Jonás
Capítulo 1
Dios
llama a Jonás, lo envía a predicar juicio a Nínive a causa de su maldad y rebeldía
de corazón, sin embargo, Jonás emprende su camino en dirección contraria
intentando huir del Señor, tomando un barco hacia Tarsis. Mismo barco que fue
arrastrado por la tormenta que el Señor enfurecido, envió como castigo a Jonás.
La tormenta cesó hasta que los demás tripulantes reconocieron y temieron a
Dios, así que echaron a Jonás del barco y un gran pez se lo tragó. Jonás estuvo
ahí por 3 días y 3 noches.
Capítulo 2
Jonás
está dentro del pez, en medio de su angustia y aflicción, su corazón no tiene
otra opción más que reconocer su error y clamar al Señor. Comienza a orar y
reconoce que Dios es poderoso para salvarlo de la tempestad, sabe que la tempestad
que vive es a causa de su rebeldía en contra de Dios, pero al reconocer que es
el único Dios y entregar su corazón de nuevo a Él, el Señor escucha su clamor y
hace que el pez lo escupa en la orilla del mar.
Capítulo 3
La
sanción ha quedado atrás, Jonás se ha presentado nuevamente delante del Señor,
quien lo envía de nuevo a Nínive a predicar a cerca del juicio de destrucción
que vendrá en 40 días. Todo el pueblo y el rey caen en cuenta de lo que viene y
deciden ofrecer ayuno al Señor arrepintiéndose y apartándose de su maldad, así
que Dios los mira con agrado y retira el castigo que había sido profetizado
para ellos.
Capítulo 4
Nuevamente
Jonás haciendo una rabieta delante del Señor, esta vez, está enojado con Dios
porque ha perdonado la maldad de Nínive y ha tenido misericordia de ellos, está
furioso al punto de querer morir, porque piensa que Dios lo ha dejado en mal
frente al pueblo al no cumplirse la profecía, así que huye en su enojo y aún ahí,
Dios le provee protección y comodidad.
¿Cuál es el
mensaje que Dios quiso dar a través de este libro?
El libro de
Jonás, ofrece un mensaje profundo sobre la misericordia, la obediencia y la
justicia divina. A través de la historia del profeta Jonás, Dios transmite
varios mensajes importantes tanto para Jonás en su tiempo, como para la iglesia
del día de hoy.
En primer
lugar, destaca la inmensa misericordia de Dios. Jonás es enviado a la ciudad de
Nínive para proclamar su inminente destrucción debido a su maldad. Sin embargo,
a pesar de este mandato, el propósito de Dios es ofrecer una oportunidad de
arrepentimiento. La respuesta de los habitantes de Nínive a la advertencia de
Jonás es importante: se arrepienten sinceramente, desde el rey hasta el pueblo,
demostrando un profundo cambio de corazón. Dios, al ver su arrepentimiento
genuino, decide perdonarles y no llevar a cabo el castigo que les había
anunciado. Este acto permite ver con claridad que la misericordia de Dios
supera la maldad de cualquier pueblo, y que incluso las naciones y personas más
corruptas tienen la oportunidad de redención si se vuelven de corazón hacia
Dios.
En segundo
lugar, el libro de Jonás toca el tema de la obediencia. Jonás inicialmente
evade la misión, huyendo en dirección opuesta a la ciudad de Nínive. Su oposición,
en mi opinión, refleja la dificultad que enfrenta el hombre pecador al aceptar
la voluntad de Dios, especialmente cuando esta va en contra de sus deseos
personales o prejuicios. La experiencia de Jonás en el interior del gran pez
simboliza el proceso de transformación y arrepentimiento que muchas veces es
necesario para que seamos alineados con el propósito divino. La obediencia a
Dios requiere, a menudo, el reconocimiento de nuestras propias limitaciones y
fallas.
Por último, a
través de la queja de Jonás sobre la misericordia que Dios le ofrece a Nínive,
se deja ver, que la compasión de Dios no está limitada a un grupo específico de
personas. Dios muestra que Su justicia no solo castiga, sino que también busca
el bienestar y la salvación de toda la humanidad. La enseñanza final es que el
amor y la justicia divina abarcan a todos, sin excepción, y que el propósito de
Dios es redimir, más que condenar.
En conclusión, el libro de Jonás ofrece una poderosa lección sobre la misericordia incondicional de Dios, la necesidad de obediencia y la magnitud de Su justicia. La historia de Jonás no solo es una de advertencia y redención, sino una invitación a reconocer la profundidad de la compasión de Dios y a responder con arrepentimiento y obediencia.
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